Por Gabriel Rosenbaun
La frustrada experiencia de Héctor Campana en New Jersey, en 1991, no le quita ni un milímetro de espesor a la robusta certeza del periodista Marcelo Nogueira: «el Pichi» podría haber jugado tanto en la NBA de principios de los noventa como en la actual.
«Pichi podría haber jugado en la NBA. Como podría haber jugado Marcelo Milanesio. O Miguel Cortijo, qué sé yo. Pero no te abrían las puertas», dispara «el Flaco» durante el diálogo con De Bandeja Basket.
–Más allá de ese rápido corte en el campamento de los Nets, en 1991, ¿creés que Campana estaba para jugar en la NBA?
–Pichi podría haber jugado en algún equipo NBA. Seguro. Ya había pasado por algunas lesiones, pero mantenía su salto, su inteligencia para jugar, su tiro, su penetración. Pero el básquet argentino no tenía la visibilidad que tiene hoy. Pichi también podría haber jugado en Europa, pero tampoco iban tantos jugadores a Italia, España u otros países.
Campana, en la tapa de una de las ediciones de Sólo Básquet durante el Mundial Argentina 1990.
–¿Cómo era ese Campana de principios de los noventa?
–Pichi era un caballo. Puede que lo haya perjudicado la talla, un tema que en aquel momento era muy importante y pocos años después empezó a ser menos determinante. Y lo del inglés creo que es relativo. Si vos jugás bien, hablás en la cancha. En seis meses, tal vez un año, ya entendés y te hacés entender. O estás rodeado de gente, te ponen un traductor. Campana podría haber jugado en otro de los equipos NBA, no en New Jersey, que fue el que lo probó y no necesitaba un jugador de sus características.
–¿No fue, quizás, la época acertada para un jugador como él?
–Para mí, Pichi podría haber jugado en la NBA de esa época y en la de hoy. Campana tenía la velocidad para jugar en la NBA, velocidad natural, de ejecución. Vamos al ejemplo de Facundo Campazzo, que sacaba ventaja en Europa por su velocidad. Ahora no saca ventaja, pero está a la altura del resto de los jugadores de la NBA. Pichi tenía esas condiciones naturales. Podría haberse adaptado.
Pichi, eterno «abonado» a las fotos de tapa de Sólo Básquet.
–Campana era, en cierta manera, un jugador raro y completísimo: tenía velocidad, unas piernas de locos, podía penetrar, tirar en suspensión y volcarla, pero también tenía el paso atrás para tirar de tres puntos.
–Al famoso paso de retirada, el step back, Pichi ya lo hacía en esa época. Y el tipo tenía una fortaleza física increíble, porque se bancaba los golpes y chocaba contra pivots extranjeros muy buenos. Pichi era un superdotado natural, pero además entrenaba muchísimo. En la Liga Nacional de hoy, Pichi podría meter 50 puntos por partido. Sin duda.
–Tuvimos, claramente, talentos de exportación aunque el boom recién se diera en la época de la Generación Dorada.
–Muchos jugadores de la Selección de los ochenta y los noventa podrían haber sido Generación Dorada. Y muchos podrían haber ido a Europa. Marcelo Milanesio acepta que si hubiera trabajado más su físico podría haber jugado tranquilamente en Europa. Él tuvo la oferta de Benetton Treviso, primero, y de Alicante, después, cuando ya se había retirado y Julio Lamas quiso que volviera a jugar. Tenía un talento natural increíble.
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