Los dos únicos cordobeses que llegaron a jugar en la NBA se unieron virtualmente para hablar en el nuevo ciclo de entrevistas de Fabricio Oberto. En la charla, Pablo Prigioni sacó a la luz la técnica de su movimiento característico para robar balones y además dejó dos perlitas imperdibles de esa jugada con sello propio: cuando distrajo a Kyle Lowry con palabras y el día que hizo enojar a Chris Paul en un séptimo juego de Playoffs.

El dúo cordobés durante el momento de la entrevista en DTMB

No hace falta conocer el nombre de los protagonistas para darse cuenta que en la conversación en cuestión participaron dos “cordobesazos”. Es que la tonada de Oberto y Prigioni, a pesar de que ambos pasaron gran parte de sus vidas escuchando y hablando otros idiomas en distintos países, sigue intacta.

Las dos leyendas del básquet argentino dialogaron a lo largo de casi 25 minutos en lo que fue el sexto episodio de la sección de entrevistas de “DTMB”, el nuevo proyecto del varillense, por donde también pasaron personajes como Manu Ginóbili, el futbolista Pablo Aimar, el escritor y multifacético artista Alejandro Dolina, el actor Diego Peretti, entre otros.

La gran química que ambos mostraron a lo largo de su carrera compartiendo equipo en la selección nacional (jugaron juntos los Mundiales de 2006 y 2010, los JJOO de 2008 y el Preolímpico de 2011) se vio reflejada en la charla que llevó al base de Río Tercero por distintos temas a lo largo del mano a mano.

Oberto y Prigioni, en la parte superior derecha de la imagen, compartiendo el podio en los JJOO de Beijing 2008

De manera curioso, el interno que debutó en la Liga Nacional con Atenas en 1993 le peguntó al tercer máximo recuperador de la EuroLiga (322 robos en 186 PJ) por los secretos defensivos de una acción puntual en la que era un verdadero especialista: “el robo de balón al jugador que recibe después de un saque desde la línea de fondo”.

Para muchas personas un recupero puede ser una circunstancia normal propia del deporte. Para Prigioni es todo un proceso de ejecución que requiere concentración, velocidad y precisión. Todo esto combinado, además de terminar con un robo, en muchos casos podía despertar el fastidio de una que otra estrella de la NBA, y sino pregúntenle a Kyle Lowry, el armador del actual campeón Toronto, que no pudo creer como el cordobés le quitó un balón en un abrir y cerrar de ojos después de haber cruzado un par de palabras. O a Chris Paul, el séptimo mejor pasador en la historia de la competencia (9607 pases gol) y el «Rookie del Año» en la temporada 2005/06, que se fastidió con el actual asistente principal del banquillo de Minnesota Timberwolves porque en un juego 7 de Playoffs le robó dos pelotas como si nada.

“A todos los amargaste con esa jugada de robarle el balón al que recibe después del saque por un gol”, tiró «Fabri» entre risas para que el mago de Río Tercero revele uno de los innumerables trucos que guarda en su galera y que tanto éxito le dieron en el básquet.

“Yo miraba toda la situación y siempre estudié la tendencia del jugador que antes de recibir el balón mira a su defensor y dice tipo como –bueno, este está acá, yo me voy a buscar la pelota allá, lo toco y me voy- ”, comenzó detallando el dueño de la tercera mejor marca de robos en un encuentro de EuroLiga (8) para explicar como analizaba a su presa. “Cuando yo veía eso dejaba que haga los dos primeros pasos rápidos porque sabía que después para recibir la pelota se tenía que ralentizar, y ahí, cuando él desaceleraba y miraba la pelota para recibirla, es cuando yo aceleraba al mango”, completó el ex Knicks, Rockets y Clippers.

Prigioni detallando los pasos de su jugada característica (Video: DTMB)

En algunas ocasiones esta acción también requirió de una buena cuota de actuación. Y por cosas como estas, Prigioni llegó a terminar un juego de NBA con Los Angeles Clippers sumando 8 recuperos en menos de 15 minutos (2 pts, 2 as, 2 reb y 8 rec en 14:53 min). El equipo rival fue Miami Heat y el jugador que más lo sufrió fue Dwyane Wade, que recibió tres «arrebatos de cartera». Obviamente que entre esos no pudo faltar la clásica especialidad de la casa posterior a un saque.

Los 8 robos de Prigioni ante Miami (Video: NBA)

En su paso por la NBA, donde a lo largo de cuatro temporadas promedió 3,5 puntos, 2,8 asistencias, 1,9 rebotes y 1 recupero, el base de Río Tercero tuvo una que otra anécdota, como la que vivió con Kyle Lowry, quien cayó en una de sus trampas para robar pelotas. Esta situación fue relatada con lujos y detalles por él mismo: “Antes de que Lowry la reciba me acerco y le digo ¡que temporada estás haciendo! ¿bajaste de peso? Estás increíble, la estás rompiendo. Seguí así, le dije y después le metí una palmadita. El flaco pensó que era imposible de que yo le fuera a quitar el balón después de esa charla y cuando giró para recibirla yo ya se la había robado. Después me miró mal pero bueno, ¿qué querés? Un robo es un robo”.

Prigioni al acecho, ahora contra Paul (Foto: NBA)

Chris Paul fue otra de las tantas víctimas de ese «robo prigionesco». En nada más y nada menos que un séptimo juego de una serie de semifinal de Conferencia en Playoffs entre los Rockets y los Clippers, Pablo, en esa oportunidad jugando para Houston, le arrebató dos balones a la, en aquel entonces, estrella de LAC (hoy en Oklahoma City Thunder), en la victoria que le dio el pase a la final del Oeste al conjunto texano.

Prigioni llegó a Los Angeles Clippers en la campaña posterior a esa semi, osea cinco meses después, y en su encuentro con Paul, el diez veces «All-Star» le hizo saber en forma de broma su disgusto por esos dos robos en aquel séptimo partido del 17 de mayo de 2015, cuando el equipo del argentino ganó y avanzó a la final con Golden State Warriors. “Cuando me vio me dijo que ese día me quería matar”, remató para cerrar.

Las anecdotas con Lowry y Paul (Video: DTMB)

Por: Redacción DBB